Las grandes novedades de Cómo entrenar a tu dragón no están en su historia, cosa rara si las hay en una película sobre un joven vikingo que entrena dragones. El relato infantoadolescente que pretende educar con un mensaje típico de amistad, tolerancia e igualdad, por suerte, le deja mucho lugar a la aventura, una apuesta que ya había pagado bien a los cineastas Dean DeBlois y Chris Sanders. Pero lo más lindo de Cómo entrenar a tu dragón está en cada vuelo de esos bichos del título, que le agregan todavía más texturas al imperdible efecto del 3D. Nazareno Brega