Esto es considerado una ofensa para ejecutivos de la empresa de Bill Gates, para quienes es como si en la que «en la fábrica de Coca-Cola se bebiera Pepsi».
Los empleados de Microsoft son unos apasionados de los dispositivos de última generación. Pero hay uno al que no deberían ni dirigir la mirada: el smartphone de Apple, la compañía rival. Es decir, el iPhone.
A pesar de esto, un 10% de la dotación no ha podido resistirse a la tentación de poseer uno de estos dispositivos y desafiar así a su propia empresa.
Según estimaciones del diario The Wall Street Jounal, 10.000 trabajadores de Microsoft, es decir, un 10% de su personal, posee el aparato prohibido.
El periódico relata como un empleado imprudente llegó a tomar una foto con su iPhone del presidente ejecutivo de Microsoft, Steve Ballmer, durante un encuentro de la compañía en Seattle (Estados Unidos).
Tal como publica el sitio español 20minutos.es, el gesto no pasó desapercibido para Ballmer, quien arrebató el teléfono de las manos del trabajador, lo puso en el suelo e hizo un amago como de aplastarlo, según los presentes.
Los empleados de Apple, por el contrario, parecen ser más fieles a los productos de su compañía y la mayoría de las personas que trabajan habitualmente con esta empresa aseguran que siempre han visto a sus trabajadores con el iPhone reglamentario.
El uso del iPhone en Microsoft es considerado como una ofensa para los ejecutivos de esta compañía, que equiparan esto a una situación hipotética en la que «en la fábrica de Coca-Cola se bebiera Pepsi».
Microsoft comercializa sus propios smartphone, que incluyen el sistema operativo de la casa Windows Mobile, concluye 20minutos.es